miércoles, 5 de septiembre de 2012

Dicen que no hay dinero, pero, ¿qué es el dinero?

Sobre el origen de la crisis.

El dinero es algo que utilizamos todos los días, pero que muchas veces no nos paramos a pensar qué es. No es sólo una serie de tiras de papel, o de discos metálicos, el dinero representa un valor, y por eso nos sirve para comprar productos.


Si el banco central, de un día para otro decide darle la máquina y pone el doble de papel moneda en circulación, asistiremos a un fenómeno conocido como inflación. Si no aumenta el número de mercancías en circulación pero sí el dinero, aumentará el precio de esas mercancías, aunque su valor de cambio sea el mismo, esto es, el número de otras mercancías que podamos obtener a cambio de la nuestra es el mismo. A modo de ejemplo tenemos 1kg de carne para vender a 10€, y al venderla, con ese dinero podemos comprar 10 barras de pan. Si se pone el doble de dinero en circulación y no cambia nada más, los precios se doblarían, la carne pasaría a costar 20€/kg y el pan 2€/barra, pero el número de barras de pan que obtendríamos a cambio de nuestro kilo de carne sería el mismo. El valor de cambio no variaría.


Pero, ese valor que representa el dinero, ¿qué es? ¿De dónde sale? Veámoslo a través de un ejemplo.
Tengo un folio, se lo ofrezco al lector y este no estaría dispuesto a pagar por él más de uno o dos céntimos. Si ahora, con ese folio hago una pajarita de papel, es un supuesto, pues no sé nada en absoluto de papiroflexia, el lector convendrá conmigo en que ese folio, ahora transformado en pajarita, vale más. Tendríamos que acordar un precio, pero sería considerablemente superior a los dos céntimos que dábamos inicialmente por el folio.


¿Y qué es lo que media entre el folio y la pajarita de papel? Mi trabajo, el trabajo humano ha sido el que ha creado ese valor, el que ha hecho que el folio, al transformarlo en pajarita, valga más. ¿Y el folio? ¿De dónde sale su valor? El caso del folio no es distinto del de la pajarita de papel.


Para producir un folio hacen falta una serie de materias primas; madera, una serie de disolventes,.. Para obtener madera es necesario que vaya alguien y la corte, también es necesario que alguien cuide esos árboles, limpie el monte, etc. ¿Y la fábrica donde se produce el papel? Es necesario que la construya alguien, pero antes es necesario que alguien haya extraído el barro, le haya dado forma y lo haya cocido para convertirlo en ladrillos. Igualmente para con las máquinas, alguien las ha fabricado antes. Esto es, el valor de algo, de una mercancía, es la suma del trabajo socialmente necesario para producirlo, nada más. Aquí subyace otra idea, nada puede ser producido sin la colaboración de muchos individuos, sin la colaboración de toda la sociedad, por tanto, decimos que la producción es social.


Se preguntará el lector, pero el salario que recibo, sumado al resto de costes de producción, es inferior al precio al que lo vende el capitalista, pues este, al venderlo, obtiene una ganancia. Bien, en el caso de la pajarita, sin en lugar de hacerlo yo, contratara a alguien para que la hiciera por mí, sería su trabajo y no el mío, el que produciría el aumento de precio del folio, al ser doblado. Osea el aumento de valor lo produce el trabajo. Pero yo, al contratarle, no estoy pagándole por su trabajo, le compro su capacidad para trabajar durante un tiempo convenido, su fuerza de trabajo.


Y la fuerza de trabajo no es distinta a ninguna otra mercancía, se compra y se vende en lo que los capitalistas llaman el mercado laboral, donde se vende y se compra ésta mercancía. Por eso les interesa que haya paro, a mayor oferta de fuerza de trabajo, más barata la compran ellos y mayores beneficios obtienen. En resumen, aunque ha sido el trabajo de dicha persona el que ha producido el aumento de valor de la pajarita, yo no le pago el fruto íntegro de su trabajo, y de ahí extraería la plusvalía.

Pero entonces, si lo único que crea valor es el trabajo humano, el dinero representa un valor, y en el estado español hay actualmente un 25% de paro, osea, de gente que podría estar produciendo una riqueza pero no lo está haciendo... ¡y nos dicen que no hay dinero! ¿Cuál es el problema? El problema es el capitalismo, pero, ¿por qué? Mucho se ha escrito y mucho se ha dicho sobre la crisis, se ha señalado a los bancos, y muchas veces parece que son los únicos responsables de la situación actual. Hay un dicho popular que dice: “cuando el dedo señala al cielo, el idiota mira al dedo”. Los problemas financieros de los bancos señalaban otro problema mayor, el origen del colapso financiero, pero muchos nos quedamos en un primer momento culpando al dedo de la situación.

Un capitalista produce una mercancía para venderla, porque con su venta espera obtener un beneficio. ¿Qué ocurre? Que la capacidad de compra no es ilimitada y llega un momento en que la demanda se cubre, y se cubra con creces. La burguesía, debido al caos económico que impera en su sistema, vive en el presente, y por tanto quiere aumentar el mercado, aumentar la capacidad de comprar sus productos, y para ellos recurre al crédito. Y si no lo hace, otro capitalista lo hará y le desbancará del mercado, producirá más cantidad y más barato y de alguna forma tiene que dar salida a la producción.


Entonces hacemos lo que ha ocurrido en ésta crisis, consumimos hoy con el dinero que tendremos mañana. Pero ésta solución es pan para hoy y hambre para ese mañana que ya hemos hipotecado, pues lo créditos que alargan el boom capitalista hay que devolverlos, llega el momento en que esa espiral ascendente se rompe y las consecuencias son peores. Se alarga el boom pero la crisis futura se agrava. La crisis financiera es consecuencia de los ciclos y de la crisis del capitalismo, no al revés. No es la primera crisis financiera de la historia ni será la última, aunque la magnitud de ésta no tenga precedentes.


Y esa es la situación actual, se cierran fábricas, se mantiene a la población parada porque no somos capaces de producir. Se destruye capacidad para crear riqueza... ¿y todo por qué? Porque al empresario no le sale rentable producir, la propiedad privada de los medios de producción es la responsable de que ahora pasemos por lo que estamos pasando. No es que no haya necesidades, es que el empresario no ve la rentabilidad.


Ha llegado el momento de que los trabajadores digamos basta, que no queremos que se sigan apropiando del fruto de nuestro trabajo, ni de lo que produce toda la sociedad. Si prescindiéramos de los empresarios...¡cuán diferente sería nuestro futuro! La tecnología ha hecho mucho más productivo el trabajo humano, y si no fuera porque los intereses privados la frenan podría serlo aun más. Podríamos reducir la jornada laboral y trabajar todos, podríamos producir para cubrir necesidades, y no para obtener un beneficio, romperíamos con la estupidez que supone que pasemos hambre porque somos capaces de producir demasiado. Pero para ello deberíamos superar las relaciones de producción capitalistas, y esto no será fácil, pues la burguesía tiene una inmensa riqueza que le confiere un inmenso poder, y no van a abandonar su trono por voluntad propia.

Escrito por: Mikel Liñares

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